La corona de Aragón.
Gonzalo Hernández Muro.
La Corona de Aragón, unión política de diversos territorios ibéricos bajo una monarquía común, es un capítulo intrigante y fascinante de la historia de España y Europa. Durante su apogeo en la Edad Media y la Edad Moderna, la Corona de Aragón se destacó como una potencia mediterránea influyente, rivalizando en importancia con otras dinastías europeas de renombre.
Uno de los momentos clave en la historia de la Corona de Aragón fue su unión con el Reino de Castilla a través del matrimonio de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla en 1469, lo que culminó en la creación de la Monarquía Hispánica, un preludio importante para la unificación de España como conocemos hoy en día. Durante este período, la Corona de Aragón también expandió su influencia a través del Mar Mediterráneo, con territorios que incluían Sicilia, Cerdeña, Nápoles y el Reino de Valencia.
La Corona de Aragón también dejó un legado cultural duradero. Su herencia se refleja en la arquitectura gótica de Cataluña, especialmente en la impresionante obra de Antoni Gaudí, como la Sagrada Familia en Barcelona. Además, la lengua catalana y la cultura catalana tienen profundas raíces en esta región.
A lo largo de su historia, la Corona de Aragón enfrentó desafíos internos y externos, conflictos y alianzas cambiantes, pero su legado perdura en la diversidad cultural y en la rica historia de la península ibérica. Hoy en día, la historia de la Corona de Aragón sigue siendo un tema de estudio y una fuente de orgullo cultural en las regiones que alguna vez formaron parte de esta entidad política única.